Hasta el gran día de Agus y Cris no sabía lo que era una boda carnavalera. Pero esta Boda en el Tancat de Codorniu nos sorprendió a todos y nos sumergió en esta fiesta con un continúa espectáculo de música, boas, sombreros, luces, humo…
Empezamos el día en el chalet de la familia de Agustín, para fotografiar los momentos del novio. Sin duda, desde que llegamos nos enamoramos de la luz que había en la planta alta y allí empezamos a trabajar, junto con sus padres, su hermana y su cuñado.
Después fuimos a casa de Cris, donde empezamos con los últimos detalles de maquillaje y peluquería. Después, lució un vestido precioso, sencillo y muy elegante. Poco a poco fue viniendo la familia y una vez que se nos echaba el tiempo encima, partimos hacia la ermita de Nuestra Señora de la Misericordia en Vinaròs.
Una misa marcada por el intenso calor en una tarde de agosto, pero con mucha emoción y en el que destacó la música del cuarteto de cuerda. La salida con el arroz fue impresionante y ya se atisbaban las ganas de fiesta en los invitados.
Así, llegamos a la Boda en el Tancat de Codorniu, donde los amigos recibieron a la pareja con un sensacional pasillo de globos. Después no paró la fiesta y, desde el mismo cóctel, hubieron fotos, bailes, abrazos, diversión… Momentos antes de entrar al salón, los amigos sorprendieron a Agus y Cris con un emotivo castillo de fuegos artificiales mientras sonaba Cold Play.
Y a partir de aquí, la boda se convirtió en Carnaval. Risas, actuaciones, emoción, complementos de disfraces, serpentinas, confeti, humo, luz… Todo un espectácula desde la misma entrada al salón y hasta el final de la fiesta.
Sin duda, descubrimos lo que es una boda Carnavalera y, después de la experiencia, ojalá tengamos mucha más!
Muchas gracias Agus y Cris por confiar en nosotros para vuestro gran día. Os dejamos aquí un pequeño resumen de todo lo vivido: