Mi pasión por la fotografía comenzó en la universidad. Analizaba imágenes, leía libros y practicaba. Así empecé a disfrutar de este arte, que más de una década después me acompaña en mi día a día. He trabajado gestionando la comunicación en el Ayuntamiento de Morella, donde comencé el contacto con el fotoperiodismo. Años más tarde, me centré en la fotografía publicitaria, trabajando en una agencia y con numerosas empresas de la zona.
Y así es como cada vez la fotografía ocupaba más tiempo en mi vida y, de la mano de Marc Prades, descubrí la fotografía de bodas y familias. Desde entonces esa es mi pasión y mi profesión y, ahora, ya tengo mi estudio fotográfico en Morella.